Saturday, September 18, 2004

F

Va y dice F., ese fiscal, que “como actitud filosófica” sigue sin descartar la tesis de ETA en los atentados del 11 M en Madrid. Toma ya. Claro, que habría que empezar, ya que nos ponemos filosóficos, por preguntarse qué demonios entiende F. por filosofía. ¿De repente lee a Nietzsche? ¿O a qué filosofía se refiere? Así, a bote pronto, yo diría que su escuela bebe directamente de las fuentes de los cínicos griegos, y no lo digo porque piense que él lo es, que también, sino porque estos señores de la antigüedad se comían sus propios excrementos, y es que F. no para de comer mierda, el hombre (es un decir. Lo de hombre).
Aunque, si se profundizase en ello un poco más, y teniendo en cuenta que F probablemente prefiera a filósofos modernos del tipo de Lars Von Triers (filósofo que filma), es también factible que pertenezca a la escuela de Los Idiotas, y no porque él lo sea, que no sé, sino porque al igual que los personajes de esa memorable película, finge serlo para reírse de la gente.
¿De qué se ríe F.? A lo mejor es que no se ríe de nadie, de lo que cabría deducir que no se está haciendo el tonto, o sea, que no finge ser tonto, no se hace el idiota, lo es. ¿De qué se ríe? La risa, cicatriz temprana del olvido, libro de la extrañeza, un tal Kundera, una mañana oscura, una tarde de felicidad. La risa es felicidad o no es, es goce o máscara, calima burbujeante, paisaje en brillo, todo eso y más, pero, sr. F., la risa no era esto, y la filosofía tampoco. Para actitud filosófica, la del sufrido pueblo llano que aguanta insultos a la inteligencia como los que usted profiere, porque, sr. F., esto no es filosofía, eh. Usted seguramente me dirá que le gustan filósofos del tipo de Francis Fukuyama, que no es filósofo, sino economista, o de Alvin Toffler, que tampoco es filósofo, es explicador profesional, profeta, vendedor de libros, una criatura siniestra del capitalismo, como usted. Me dirá que no ha leído a Noah Chomski, pero le sigue muy de cerca, me dirá que no ha abierto nunca un libro de Platón, pero que es platónico, porque le suena bien, juvenil y enamoradizo, y probablemente usted lo sea, pero porque su conocimiento de la realidad es más abstracto que tangible, conceptual y no palpable. Quizá su conocimiento de la realidad no sea platónico, ni siquiera filosófico, fíjese, sino más bien shakesperiano, o sea, la historia del mundo contada por un idiota.
Los Idiotas, maravillosa película, fascinantes silogismos audiovisuales de Lars Von Triers, pero hoy el idealismo va más en la onda de Kant o Ernst Jung, aunque no sé por qué sospecho que tampoco los ha leído, aunque no me cabe duda de que los sigue muy de cerca.
¿De qué demonios se ríe? Como actitud filosófica duda usted, duda metódica, duda cartesiana, es decir, duda porque no puede llegar a tener certeza alguna, pero se ríe simplemente porque puede. Filosóficamente hablando, es usted cartesiano en la duda y ockhamista en la carcajada, de Guillermo De Ockham, cuyo modo de hacer filosofía se basa en la potentia absoluta Dei: Dios ha hecho todo esto porque puede. Así que quizá F. no sea de la onda de Lars Von Triers, sino de la de Guillermo de Ockham, que, como es sabido, inspiró los absolutismos monárquicos más negros y sirvió de coartada moral a muchos dictadores, como el propio Hitler. Él sabrá.
Dice que “como actitud filosófica” sigue sin descartar la tesis de ETA. Como actitud filosófica podría también seguir el ejemplo de Séneca y cortarse las venas, ahora que la tesis de ETA está definitivamente fuera de juego, o, sin ser tan drásticos, el de retirarse a una cabaña en los tupidos bosques escandinavos, allá donde los hombres son hombres y, que va, que va, que va, al contrario que usted, sr. F., sí leen a Kierkegaard. No lo dude, ni siquiera cartesiana y metódicamente. Por favor.